Pues para la
receta de hoy no hace falta una botella entera de ron pero sí un poquito. Si
los piratas de Robert Louis Stevenson en La Isla del Tesoro o el mismísimo JackSparrow hubieran conocido el mojito, en lugar de buscar tesoros me los veo corriendo
para encontrar menta y limas para prepararse esta refrescante bebida.
En esta
ocasión no haremos un mojito para beber, sino para comer. La receta que probé
está basada en la de Michelle de Browneyed Baker.
Ingredientes
para la masa:
125 ml de
buttermilk casero (unas gotas de limón en la leche y dejar reposar unos 15
minutos)
10-12 hojas de
menta grandes (las mías eran muy muy grandes)
100g de
mantequilla a temperatura ambiente
180g de azúcar
210g de harina
tamizada
1 cucharadita
de levadura
2 huevos
2 limas
(también valdría un limón verde un poco grande)
3 cucharadas
de ron bueno
Una pizca de
sal
Ingredientes
para el frosting:
250g de
mantequilla en pomada
450g de azúcar
glass
El zumo de una
lima
2 cucharadas
de ron bueno
Preparación:
Preparamos la buttermilk y mientras lo dejamos reposar ponemos las cápsulas en los moldes y
precalentamos el horno a 180 ºC. Yo aproveché también para pesar el resto de
los ingredientes y dejarlos todos preparados para tenerlos a mano en el momento
de usarlos.
Ponemos la buttermilk en un cazo junto con las hojas de menta y calentamos justo hasta que
rompa a hervir. Apartamos del fuego y dejamos reposar para que la menta suelte
todo su aroma. Colamos aplastando bien las hojas y reservamos.
Batimos la
mantequilla con el azúcar hasta que blanquee y añadimos un huevo mezclando
hasta que esté integrado y luego el otro.
Rallamos la
piel de una de las limas y extraemos su zumo. Incorporamos ambas cosas a la
mezcla anterior, añadimos el ron y batimos hasta que esté todo bien homogéneo.
Por último
añadimos la harina tamizada junto con la levadura y la sal y mezclamos con
movimientos envolventes hasta que esté bien integrada. Es importante no batir
excesivamente, ya que si no nos quedaría el bizcocho demasiado apelmazado.
Mientras se
enfrían, preparamos el frosting para decorarlos. Batimos bien la mantequilla e
incorporamos la mitad del azúcar sin dejar de batir. Iremos añadiendo el resto
del azúcar poco a poco y finalmente el zumo de lima y el ron. Continuaremos
batiendo hasta tener una crema suave pero con suficiente consistencia. Pasamos
a la manga y decoramos nuestros cupcakes.
Para acabarles de dar el toque, les
ponemos un trocito de lima cortada en triangulito, una hojita de menta (lo que
me costó encontrar hojas pequeñas en nuestra superplanta!) y unas pajitas
cortadas.
Veredicto y
observaciones:
Hasta la fecha
y para mi, una de las mejores recetas de cupcakes que he hecho. Esponjosos, refrescantes
y menos pesados que los de chocolate y vainilla de siempre. La frescura de la
menta y la lima son espectaculares y el toque de ron los convierte realmente en
un mojito masticable. Además quedan monísimos con su decoración. La cantidad de ron y lima se puede ajustar al gusto de cada uno, siempre teniendo en cuenta, sobretodo para el buttercream, que al incorporar líquido podemos dejar demasiado blanda la mezcla. No dejéis de
probarlos!!